Charla con el compañero Salvador Gutierrez atleta decatlón (atletismo) México, quien estuviera en la parte del desarrollo del proyecto del departamento. A quien mandamos un saludo fraterno.

Comenzamos a generar estos apuntes post – charla deportiva (quizá debí escribir esto antes durante los años en los que iniciamos este movimiento, pero si talvez no hubiese pasado esta situación, puede ser que no hubiese decantado lo que escribo hoy en estas líneas); donde dejamos en claro las ideas que todavía están en fresco, como si se tratara de una pintura recién hecha, o un pastel recién horneado, unos tacos servidos al plato, bueno ya!
¿De qué hablamos el día de hoy? Educación y deporte, dos rubros atendidos de manera desigual a pesar de que cumplen una función integradora en nuestra sociedad. Existe una visión hegemónica que tiene la particularidad de ejercer el poder mediante dictar las aristas y todas las facetas a realizar en el colectivo a través de situaciones y planes que vienen desde arriba, asumiendo por el todo; como si se tratara de una escuela con aulas, salones, donde el profesor (a) se dirige hacia los alumnos, que etimológicamente (como dijera el compa chava “a- sin / lumnos – luz” sin luz ) representa una línea alternativa, pero muy concreta en este aspecto, es decir nos hemos mantenido en esa oscuridad generalizada por todo el sistema que nos rodea y que nos rige como sociedad.
Esto puede cambiar, sí, puesto que se ha generado una relación obscena entre los entes que se dedican al desarrollo (a través de la gestión) en México y su relación con el poder que detentan en el deporte y la educación. Directores de áreas principales, donde las decisiones pragmáticas, requieren de un interés y una empatía por el otro, por la otra.
“El deporte fundamenta identidad y representaciones locales”
La educación así como el deporte ,deben ser entendidos como un bien común y no como una mercancía, sin embargo eso es parte de un debate mucho mayor y mucho más amplio, y es nuestro deber tener cierto alcance para modificar al menos, la tendencia que vive la gente de a pie para la generación del deporte, es decir, corregir el difícil acceso al entrenamiento y a las condiciones de calidad para el desarrollo. Es una realidad palpable que no existe un programa nacional de desarrollo para el deporte o la educación, puesto que existe mejor dicho un programa de egos nacionales, donde la apropiación del espacio público se da a partir de ideas y gestiones que no preguntan y que no se encargan de investigar el probable resultado de una decisión política, la intervención en el barrio, es decir, no se le pregunta a la gente qué necesita, cómo se está desarrollando, qué entes son los que funcionan para dar funcionalidad a proyectos deportivos o educativos en nuestro camino sinuoso llamado México.
Debate deportivo mexicano (DDM)
Parece que son preguntas válidas que difícilmente serán respondidas en el corto plazo, pero que si no trabajamos desde ya en grupos de activismo deportivo, difícilmente se verá un resultado en el mediano y mucho menos en el largo plazo. Decía el profesor Kike Germán hace un tiempo en alguna otra charla, que el largo plazo no existe en México, porque justamente la visión de cada partido y esta partidocracia recalcitrante que nos domina, es trabajar solamente seis años, tres años y querer colgarse de obras hechas por otros gobiernos sin dar crédito ni seguimiento a las mismas. Desafortunadamente es algo que cargamos como una cruz política en la sociedad mexicana.
Y que en realidad la factura se ve en el déficit de ese enlace social, de ese entramado social. El arte, la danza, sustituyen esos egos que nublan nuestra realidad y sobre todo las decisiones que emanan y que se necesitan para abordarla y cambiarla, modificarla, y orientarla, y que dichas decisiones verticales (sin sustento muchas veces) son parte de esa destrucción programática de nuestro entramado social, de nuestro engranaje.
El deporte y la educación son pues bastiones de nuestro desarrollo, pero la hegemonía y el carácter de poder es lo que se interpone en ese desarrollo. Tenemos pues la alfabetización física que es llegar a ser conscientes, así como la escuela Baldorf, la cual se apropia del espacio público y enseña también a generar una conciencia a través del cuerpo. Esto es complejo puesto que no se vive de manera general, sino de manera particular, de manera mercantil, pues.
¿Hasta qué grado es posible que una sociedad resista esa ineficiencia en el deporte?
Tenemos una crisis político-deportiva que no ha sido resuelta por ninguno de los gobiernos anteriores ni de los actuales, dejamos pues en pie de debate, que el programa nacional para el desarrollo deportivo se vea a partir del trabajo en tierra y de la consulta de aquellas y aquellos que participamos en el deporte. No es posible que se mantengan en condiciones infrahumanas a desarrolladores de programas deportivos, a profesores y deportistas, no existen capacitaciones, no existe un apoyo laboral, existen federaciones con presidentes caciques, y existen también institutos del deporte con gente corrompida por el poder. Esto es un combo perfecto para el desarrollo de la obesidad, de la deserción infantil en las aulas, y el abandono deportivo, además de la violencia. Sin el arte y sin el deporte estamos destinados a un fracaso palpable en el actuar de nuestra sociedad.
Desde acá les mando un abrazo a las y los profes que se toman muy en serio el papel de educadores(as) y transformadores(as) de la sociedad, sin embargo es preciso realizar un esfuerzo en alianza para llegar a buen puerto y tener una excelente base, que fortalezca el desarrollo que nos lleve hacia la competición y hacia la representación internacional a través de un eje fortalecido por nosotros mismos. Si seguimos generando las mismas directrices para el “cambio” no aspiraremos a resultados diferentes.
2 comentarios
Jesus Alfonso Ramirez Ayala
Totalmente de acuerdo
Jesus Alfonso Ramirez Ayala
Total realidad para muchos Países,que crean elefantes blancos, escenarios invadidos por la maleza o en total deterioro,porque al gobierno de turno no le llama la,atención lo que otro inauguró o porque se quedan cortos en el mantenimiento de campos deportivos