La posibilidad de un paro nacional del deporte en México, en torno a los conflictos con asociaciones deportivas nacionales como taekwondo, natación y atletismo, es un tema complejo que depende de diversos factores, incluyendo la magnitud de los conflictos, la capacidad organizativa de los actores involucrados y el impacto que se busca generar. A continuación, analizo la situación, las implicaciones de un paro, y si este sería necesario o si los conflictos representan oportunidades, basándome en la información disponible y el contexto actual.
Un paro nacional del deporte es posible, pero enfrenta retos organizativos y riesgos significativos para los atletas, especialmente en un sistema donde la Conade tiene un control considerable sobre los recursos. Los conflictos actuales, aunque graves, representan una oportunidad para impulsar cambios estructurales a través del diálogo, la presión pública y el apoyo de organismos internacionales. En lugar de un paro, estrategias como la organización colectiva de atletas, el uso de medios y la negociación con las nuevas autoridades podrían ser más efectivas para abordar las problemáticas en taekwondo, natación, atletismo y otras disciplinas, sin comprometer el desarrollo deportivo a largo plazo.
Contexto de los conflictos en las asociaciones deportivas
Natación: Los deportes acuáticos en México, incluyendo la natación, han enfrentado serios problemas con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y la Federación Mexicana de Natación (FMN). Desde 2021, el entonces presidente de la FMN, Kiril Todorov, fue vinculado a un caso de peculado por un desvío de 8.7 millones de dólares, lo que llevó a World Aquatics a desconocer a la FMN y crear un Comité Estabilizador. Sin embargo, la Conade, bajo la dirección de Ana Gabriela Guevara, respaldó a Todorov y retiró apoyos económicos a los atletas desde finales de 2022, condicionando las becas a su apoyo al exdirigente. Esto generó una crisis financiera para los atletas, quienes han tenido que recurrir a medidas como vender trajes de baño o subastar uniformes para costear competencias internacionales. A pesar de estas adversidades, los atletas han logrado medallas en eventos como los Juegos Panamericanos 2023 y los Juegos Olímpicos de París 2024, lo que resalta su resiliencia pero también la precariedad del sistema deportivo mexicano.
Taekwondo: En taekwondo, los conflictos se han centrado en irregularidades en la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTK). Por ejemplo, la Conade suspendió la asamblea de reelección de Raymundo González en agosto de 2024, tras denuncias de violaciones a los estatutos de la federación. Además, se han cuestionado los manejos financieros, como los 175 millones de pesos destinados durante el ciclo de París 2024, que no se tradujeron en resultados significativos, ya que atletas como Daniela Souza y Carlos Sansores no obtuvieron medallas. Estas tensiones reflejan una falta de transparencia y conflictos entre las autoridades deportivas y los agremiados.
Atletismo: En atletismo, la Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo (FMAA) ha enfrentado críticas por ineficiencias y falta de apoyo a los atletas. Antonio Lozano, presidente de la FMAA, ha sido señalado por la falta de resultados y por conflictos con la Conade. La medalla de plata de Guadalupe González en Río 2016 fue atribuida más al esfuerzo individual que al sistema deportivo. Además, la exclusión de personas trans en competencias femeninas por parte de World Athletics ha generado controversia, aunque no directamente en México, pero refleja tensiones en la regulación internacional que podrían influir en las federaciones nacionales.
Conade y Rommel Pacheco: Desde que Rommel Pacheco asumió la dirección de la Conade en 2024, ha enfrentado múltiples conflictos, descritos como “papas calientes”. Entre ellos, la destitución de Israel Benítez Morteo por corrupción, el proceso de reconocimiento de federaciones (con plazo hasta el 31 de marzo de 2025), y la exigencia de incluir al Consejo de Vigilancia Electoral Deportiva (Coved) en los procesos electivos de las federaciones. Estas medidas buscan mayor transparencia, pero han generado resistencia por parte de algunas asociaciones deportivas, como la Federación Mexicana de Karate (Femeka), que realizó manifestaciones en 2025.
Un paro nacional del deporte, entendido como una suspensión coordinada de actividades deportivas (competencias, entrenamientos, eventos) por parte de atletas, federaciones, entrenadores y otros actores, es teóricamente posible, pero enfrenta varios desafíos:
Factibilidad organizativa: Un paro requiere una coordinación significativa entre federaciones, atletas, entrenadores y otros actores del deporte. Dado el nivel de fragmentación y conflictos internos en federaciones como la FMN, FMTK y FMAA, lograr un consenso para un paro nacional sería difícil. Además, las federaciones no siempre representan los intereses de los atletas, como se vio en los casos de natación y taekwondo, donde los atletas han denunciado abandono por parte de sus dirigentes.
Impacto político y social: Un paro podría tener un impacto significativo en visibilizar los problemas del deporte mexicano, especialmente si se logra una amplia participación y cobertura mediática. Ejemplos como las nadadoras de nado artístico que vendieron trajes de baño para financiar su participación en el Mundial de Egipto 2023 muestran que los atletas ya han recurrido a acciones públicas para presionar a las autoridades. Sin embargo, el impacto dependerá de la capacidad de movilización y de la respuesta de la Conade y el gobierno federal.
Riesgos para los atletas: Un paro podría implicar represalias, como la suspensión de becas o apoyos, especialmente en un contexto donde la Conade ha utilizado medidas como el “manual de becas” de 2023 para limitar las críticas de los atletas. Esto podría desincentivar la participación, especialmente para atletas que dependen de estos recursos para subsistir.
Precedentes históricos: Aunque no hay antecedentes recientes de un paro nacional del deporte en México, conflictos similares en otros países, como el colapso administrativo del deporte en España en 1977, muestran que la parálisis de actividades puede surgir de crisis institucionales profundas. En México, la falta de recursos y la burocracia han llevado a situaciones cercanas a la parálisis, como la no participación del equipo de tenis de mesa en los Juegos Centroamericanos por errores administrativos.
¿Es necesario un paro o son oportunidades?
La necesidad de un paro depende de los objetivos que los actores del deporte busquen alcanzar.
Analizaremos ambas perspectivas:
Argumentos a favor de un paro
- Visibilizar la crisis: Un paro podría ser una herramienta poderosa para evidenciar la opacidad, la corrupción y la falta de apoyo en el sistema deportivo mexicano. Casos como el de Esmeralda Falcón, quien subastó su uniforme olímpico, o las nadadoras de nado artístico, muestran que los atletas están en una situación crítica que requiere atención urgente.
- Presión para reformas: Un paro coordinado podría presionar al gobierno y a la Conade para implementar reformas estructurales, como una mayor transparencia en el manejo de recursos, procesos electivos democráticos en las federaciones y un sistema de apoyo más equitativo para los atletas.
- Fortalecer la unidad: Un paro podría fomentar la solidaridad entre atletas de distintas disciplinas, creando un frente común contra las autoridades deportivas. Esto sería particularmente relevante en un contexto donde los atletas han enfrentado solos las consecuencias de los conflictos institucionales.
Argumentos en contra de un paro (oportunidades)
- Aprovechar el cambio de administración: La llegada de Rommel Pacheco a la Conade en 2024 y el proceso de reconocimiento de federaciones hasta marzo de 2025 representan una oportunidad para negociar mejoras sin recurrir a medidas drásticas. Por ejemplo, la exigencia de incluir al Coved en los procesos electivos podría llevar a una mayor transparencia en las federaciones.
- Construcción colectiva a través del diálogo: Los conflictos actuales podrían ser una oportunidad para que atletas, entrenadores y federaciones trabajen en conjunto con la Conade para establecer un sistema deportivo más inclusivo y eficiente. Iniciativas como el programa de detección de talentos en la Ciudad de México o el aumento de becas deportivas muestran que hay voluntad en algunos sectores para mejorar el sistema.
- Riesgo de dañar al deporte: Un paro podría interrumpir la preparación de atletas para competencias internacionales, como los Juegos Olímpicos de 2028, y afectar la continuidad de eventos como la Olimpiada Nacional. Esto podría tener un impacto negativo en el desarrollo del deporte a largo plazo.
- Alternativas de presión: Los atletas ya han encontrado formas creativas de visibilizar su situación, como las redes sociales o la búsqueda de patrocinios privados (ejemplo: Fundación Telmex). Estas estrategias podrían ser más efectivas y menos riesgosas que un paro.
Recomendaciones
En lugar de un paro nacional, que podría ser difícil de organizar y arriesgado para los atletas, se podrían explorar las siguientes estrategias:
- Fortalecer la organización de los atletas: Crear un colectivo o sindicato de atletas que represente sus intereses y negocie directamente con la Conade y las federaciones. Esto daría mayor poder de negociación sin interrumpir las actividades deportivas.
- Presión mediática y pública: Continuar utilizando las redes sociales y los medios de comunicación para visibilizar los problemas, como han hecho las nadadoras de nado artístico. Esto puede generar presión sobre las autoridades sin necesidad de un paro.
- Aprovechar instancias internacionales: Dado que organismos como World Aquatics han intervenido en conflictos como el de la FMN, los atletas podrían buscar apoyo en federaciones internacionales para presionar por cambios en México.
- Diálogo con la nueva administración: Aprovechar el cambio en la Conade para proponer reformas concretas, como un sistema de becas transparente, auditorías a las federaciones y mayor participación de los atletas en la toma de decisiones
