Medallismo político: La contradicción en lo político del deporte.

Una contradicción permanente en el deporte, es que PER SE pensar que si un atleta o deportista fue medallista olímpico/a, se tiene la creencia, la idea de que va a tener conocimientos técnicos sobre cómo manejar lo administrativo en nuestros espacios públicos. Esto, desafortunadamente no es así, para muestra un botón.

Antes que nada una felicitación grande MUY GRANDE a quienes caminaron e hicieron mucho en lo deportivo por México, no así en lo administrativo que ahí si ocupan un ultimo lugar. Es en esta área donde nos vamos a enfocar, primero celebrando, luego analizando y generar una reflexión.

La Marcha Mexicana

Bernardo Segura Rivera es uno de los marchistas más destacados de México, reconocido por su medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y por haber ostentado un récord mundial en los 20,000 metros marcha, vigente desde 1994. Su carrera deportiva, sin embargo, también estuvo marcada por controversias, especialmente la polémica descalificación en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, donde cruzó la meta en primer lugar pero fue descalificado por una supuesta infracción técnica, privando a México de una medalla de oro. Este episodio, conocido como la “Medalla Fantasma”, generó gran debate sobre la justicia en el deporte de alto rendimiento y la actuación de las autoridades mexicanas, quienes no apelaron de manera oportuna la decisión de los jueces.

Paso por la Administración Deportiva

Tras su retiro, Segura incursionó en la política y la administración deportiva. Fue director del Instituto del Deporte del Distrito Federal (2000-2003), diputado federal y local, y miembro activo de partidos como el PRD y MORENA. Sin embargo, su gestión administrativa estuvo plagada de señalamientos por corrupción y tráfico de influencias. Según investigaciones periodísticas, Segura colocó a varios familiares y amigos en la nómina del instituto, utilizó recursos oficiales para fines personales y fue inhabilitado un año por la Contraloría General del Distrito Federal por tráfico de influencias. Uno de los hechos más graves fue la solicitud irregular de visas para supuestos entrenadores que en realidad eran conocidos suyos, lo que motivó reclamos incluso de la embajada estadounidense.

Esta transición de la gloria deportiva a la administración pública no es un caso aislado en México. El fenómeno de deportistas olímpicos que, tras el retiro, acceden a cargos públicos sin experiencia administrativa ha sido recurrente, y en muchos casos, termina en escándalos de corrupción y mal manejo de recursos.

Debemos ser conscientes y tener cuidado en cómo se manejan las dinámicas económicas del espacio público, puesto que como ciudadanos de a pie, tenemos amplio margen de observación, siempre y cuando estemos conscientes de ello.

BIBLIOGRAFÍA
Información de Revista Proceso.
https://www.proceso.com.mx/reportajes/2016/5/8/vuelven-descalificar-bernardo-segura-163939.html
https://biblat.unam.mx/en/revista/proceso-mexico-d-f/articulo/medalla-de-oro-a-la-corrupcion

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