Por: Memo Telleaeche
La mayoría de las personas no piensa por si mismo por dos razones. Por flojera y por cobardía.
Las ideas se pueden inyectar, las ideas se propagan, se contagian, de mente en mente y ninguna institución, puede sobrevivir sino tiene opinión pública o no la respalda.
La ciencia humana, la psicología evolutiva, nos enseñan que hay ideas que se encajan en el sistema nervioso, estas hacen imposible en algunos casos a las personas pensar racionalmente, logrando programarte para sentir y tener reacciones de una determinada forma, y esto termina contagiandose de mente en mente.
Tan poderosas son las ideas, que hay desde religiones y tradiciones que son capaces de hacer barbaridades primitivas y peligrosas por seguir el lineamiento que les dicta su ideología. Está comprobado desde mucho tiempo.
Por lo que nosotros podemos desde casa comenzar a inyectar a nuestros hijos esas ideas que deben tener sobre lo que se pueden encontrar en el mundo exterior. Decirles mira hijo aquí te van a decir que el deporte está mal gobernado por este, preparalos desde los patrones generados por las dirigencias, y los métodos de refutar con ideas.
Esto los llevará a tener una visión más amplia de las situaciones y los llevarán a cuestionar o generarse dudas.
Seamos expositores de esas ideas que puedan permear en el sistema nervioso, para generar reacciones positivas, no seamos esos parásitos que quieren los sistemas.
La vacuna la tienes tú, inyectala para que se propague de mente en mente y hacer más cultos a nuestros hijos.
