La corrupción seguirá vigente mientras se siga practicando y normalizando en los espacios donde trabajamos. Desde aquel «jefe» que cree ser «líder» por ser un lobo voraz, buscando el lucro por el lucro económico o político. Mientras esto siga así, sin respetar la calidad humana, sino respetar a la utilidad Per sé ; seguirán perpetuando las condiciones económicas tal y como las conocemos e incluso seguirán profundizando aún más y con mayor violencia, pues el pico de desigualdad entre ricos y pobres sigue en esa constante tensión, entre quien tiene el poder y quien no; pese al esfuerzo político partidista por llevar la flecha en otra dirección a dicha situación (con éxitos relativos y grandes fracasos en todos los ámbitos) poderosos y no poderosos que siguen un pico de acumulación y de apropiación por los recursos, ya sean materiales, espirituales o de conocimiento, tal y como queda expresado en el deporte:
Atletas que llegan al alto rendimiento por la construcción desde abajo, joven, con conciencia de que en un futuro se puede llegar o no al alto rendimiento. Pero entrenadores/as (hay que decirlo) que se apropian del trabajo de otros para así perpetuarse y perpetuar condiciones de desigualdad que nos tienen a todos en la lona; en el atraso voluntario y/o involuntario y en el desconocimiento de la arena política, social, de investigación, de conocimiento y del acercamiento a la verdad.
A destacar es, el presidente AMLO denunció lo que siempre se supo: La corrupción de gobiernos y el exceso de poder. Sin embargo, actualmente se le ha dado un cheque en blanco a muchos funcionarios/as que desconocen los procesos sociales dentro del gobierno y que juegan a la política a través de un partido político (sea cual sea). Ese es el ciclo que se vive hoy en día; la llegada al poder por esa intensión de denunciar lo malo, lo que nos hace daño como gremio, pero que quien toma la batuta no es el mejor o la mejor persona para dar atención a problemas estructurales, cuando la estructura es formada por un complejo e intrincado sistema de ciudadanos/as que se comprometen o no ante una gestión administrativa.
No jalemos más el lazo, pues requiere de un estudio y complejidad que no se puede definir en un solo escrito, pero si acerquémonos de a poco a lo que sucede en campo de lo político y que NO es necesario hablar de PARTIDOS POLÍTICOS para habilitar caminos de construcción para mejorar nuestras condiciones materiales en el deporte.
Dejamos preguntas abiertas ¿Cuando se aparecerá la ética en estos espacios? Los/as servidores públicos ¿Tienen en el radar a la ética?