De política partidaria y atletismo.
Javier Milei, presidente de Argentina desde 2023, ha captado la atención mundial con su estilo disruptivo y su lema “¡Viva la libertad, carajo!”. Esta frase, popularizada durante su campaña parlamentaria en 2021 y consolidada en su carrera presidencial, refleja su ideología anarcocapitalista y su rechazo al establishment político. Milei, líder de la coalición La Libertad Avanza, aboga por reducir el tamaño del Estado, eliminar regulaciones y dolarizar la economía argentina, simbolizando estas ideas con una motosierra en sus actos públicos. Su enfoque ha generado tanto apoyo ferviente como críticas por su radicalismo.
Paralelamente, el atletismo mexicano, aunque en un contexto distinto, comparte ciertas similitudes con el fenómeno Milei. Atletas como Ana Gabriela Guevara, medallista olímpica en 2004, han roto barreras en un país donde el fútbol domina, mostrando una tenacidad que resuena con la lucha de Milei contra el statu quo. Ambos representan una ruptura con lo convencional: Milei desafía a la “casta política” con su retórica incendiaria, mientras que los atletas mexicanos, a menudo con recursos limitados, han enfrentado adversidades para destacar en el escenario global. La frase “¡Viva la libertad, carajo!” podría interpretarse como un grito de resistencia similar al espíritu de superación de estos deportistas, quienes buscan libertad de expresión y éxito frente a un sistema que no siempre los apoya.
Sin embargo, las críticas a Milei también encuentran ecos en el atletismo mexicano. Su propuesta de dolarización y la abolición del Banco Central han sido cuestionadas por economistas argentinos, quienes las consideran inviables y riesgosas, argumentando que podrían agravar la crisis económica en lugar de resolverla. De manera similar, el atletismo mexicano ha enfrentado críticas por la falta de apoyo institucional y la corrupción en organismos deportivos, lo que limita el desarrollo de talentos emergentes. Algunos ven en Milei un populismo que promete soluciones simplistas a problemas complejos, comparable a las promesas vacías de apoyo al deporte en México, donde los atletas muchas veces dependen de su propio esfuerzo para triunfar.
A pesar de las controversias, Milei ha mantenido una aprobación superior al 50% en Argentina, según encuestas de 2024, y su frase se ha convertido en un símbolo de resistencia para sus seguidores. En México, el atletismo sigue luchando por mayor visibilidad, pero nombres como Guevara o Paola Morán inspiran a nuevas generaciones. Ambos casos, aunque dispares, reflejan una búsqueda de cambio en contextos desafiantes, aunque no exentos de críticas por las dificultades para materializar sus promesas.
Es una locura, pero está sucediendo. Importante analizarlo desde todas las perspectivas diversas.