El Atletismo como profiláctico social.

Equilibrio

¿Que es profiláctico? ¿Para qué puede utilizarse este concepto en el campo de la ciencia deportiva?

Me parece pertinente saber que el deporte como tal, es un evidente profiláctico del engranaje social, es el aceite para que las cosas tengan calma, y se puedan gestar condiciones de cambio. Esto pertenece a una visión de largo plazo, pero se debe comenzar en el corto, y la construcción va al medio. Asi que con ello se tienen los tres tiempos, y las condiciones generales para que con ello se den o no nuevos caminos y nuevas formas de hacer las cosas para el deportista.

¿Hasta dónde se llega, si las formas generales de la vida son de carácter largoplacista?

Así es! De hecho para que una política funcione (en palabras del candidato Orzi en Uruguay) «debe tener una connotación de largo plazo», es decir, que debe mantenerse con el tiempo. Y lo que ha pasado con nuestro atletismo, es que se ha mantenido el largo plazo para determinar la competencia primero y el desarrollo después, situación que hoy nos tiene en una crisis coyuntural sin precedentes en el alto rendimiento a saber:

  • Pocos clasificados en el atletismo a niveles internacionales (Juegos. Olímpicos)
  • Violencia institucional permanente en donde se generan las bases.
  • El foco en una sola competencia anual (Los juegos CONADE) como una constante que no puede ser tomada como un indicador de desarrollo ni de crecimiento pues se encuentra en un estancamiento permanente perdiéndonos la oportunidad de generar más competencias de carácter gubernamental y / o no gubernamental, es decir otro tipo de prácticas deportivas.

El carácter profiláctico

Éste aborda la posibilidad de dialogar tanto en nuestros espacios deportivos como en los espacios académicos que nos permitan abrir caminos de palabra, de diálogo para la construcción de conceptos que si se bajan a tierra con profundidad, pueden ser hablados como un idioma en común. Lo profiláctico radica en el cuidado, el medio ambiente bien determinado y delineado tomando en cuenta el desarrollo individual pero también tomando en cuenta el equilibrio con el colectivo. Situación que en el deporte no es bien vista o practicada por el punto de anclaje con el que comencé este escrito: La competencia mal llevada y con mala praxis.

Es bueno entenderse como un ente competitivo, pues algunos vigilan y nos dicen que es la naturaleza del ser humano, sin embargo para competir de la mejor manera se debe tener un equilibrio que ayude a ambas o más partes a integrarse en el colectivo social. De tal manera que el atletismo es un profiláctico porque puede cuidar el espacio vacío siempre y cuando se mantenga ese equilibrio.

¿Cuando se rompe ese equilibrio en otros contextos?
Cuando no existe la solidaridad en cada uno de los que juega el papel que le toca. Pues, si se tiene poder, en ocasiones se abusa indiscriminadamente y con perjuicio de atletas y entrenadores/as así como familias de esos atletas y entrenadores/as.

Pongamos dos ejemplos:

1.- Solidaridad en tiempos difíciles

Si alguien se niega a ayudar a los demás en épocas de crisis, puede generar rechazo social y conflictos con la comunidad. Los vecinos pueden acusar a la persona de egoísta, de no ser solidaria y de no cumplir con su parte del acuerdo tácito. Pueden surgir discusiones acaloradas sobre las responsabilidades individuales y comunitarias, con acusaciones de falta de empatía y de aprovechamiento de la situación. En casos extremos, el rechazo social puede llevar al ostracismo y la exclusión de la persona, que se ve privada del apoyo y la solidaridad de la comunidad en momentos de necesidad. La ruptura de los lazos comunitarios y la falta de confianza hacen más difícil superar las crisis y reconstruir después de los desastres, con vecinos desunidos y molestos entre sí.

2.- Fútbol callejero

Si un jugador decide no seguir las reglas del fútbol que se hace en la calle, el juego se detiene y se genera desorden. Pueden surgir acusaciones de trampa, discusiones sobre la interpretación de las reglas y hasta peleas entre los jugadores. La falta de consenso sobre las reglas y la ausencia de un árbitro reconocido complica la resolución de estos conflictos, que a menudo se resuelven a gritos o con empujones. En casos extremos, los conflictos pueden llevar a la suspensión del juego o incluso a enfrentamientos fuera de la cancha. La pérdida de la oportunidad de jugar y divertirse juntos es un costo importante, sin mencionar el riesgo de lesiones o problemas legales por agresiones. Estos conflictos también pueden dañar las relaciones de amistad y confianza entre los jugadores, haciendo más difícil organizar futuros partidos.

He aquí un abordaje breve al sentido del equilibrio social y lo que significa profilaxis para el deporte. Abordaremos próximamente workshops y/o talleres con más información sobre equilibrio en lo social.

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