Consideraciones finales:
Charla con la abogada deportiva Patricia Muñiz, con quién hemos entablado charlas interesantes acerca del deporte y los derechos que tenemos las y los que nos encargamos de llevar desarrollo a nuestros barrios, a la tierra, a la pista, al campo. Importante en esta época de inacción programática por parte de muchas de las instituciones encargadas (ojo: no todxs), sobre todo de las que se encuentran cúpulas de poder.
Existen normas privadas sobre normas públicas, sin embargo, existe un “no sé qué” en México con esa noción de “ser dueño” del saber público, y por ende de las instituciones en este rubro. Ahora bien, los “dueños(as) ejecutan acciones que van en contra de los derechos humanos de los que trabajamos para el deporte, y para la juventud. No tenemos condiciones laborales óptimas que permitan nuestro sano desarrollo.
La Ley Federal del trabajo, contempla para el deporte lo siguiente:
«Artículo 298.- Los deportistas profesionales tienen las obligaciones especiales siguientes:
I. Someterse a la disciplina de la empresa o club;
II. Concurrir a las prácticas de preparación y adiestramiento en el lugar y a la hora señalados por la empresa o club y concentrarse para los eventos o funciones;
III. Efectuar los viajes para los eventos o funciones de conformidad con las disposiciones de la empresa o club. Los gastos de transportación, hospedaje y alimentación serán por cuenta de la empresa o club; y
IV. Respetar los reglamentos locales, nacionales e internacionales que rijan la práctica de los deportes.»
Y la figura del entrenador no queda bien definida para efectos de darle un marco de apoyo, de remuneración , de derechos laborales, sino que queda en un “limbo” sin acceder a jubilación, o a gestiones de desarrollo, cuando el deporte por si mismo, es un medio importante para generar lo que denominamos como “espacios de paz.”
El ente más desprotegido en este sentido es el entrenador (a) Deportivo(a)
La Ley General de Cultura Física y Deporte, no establece muy bien, o a ciencia cierta lo que quiere decir, o sea, no establece criterios claros para que la figura del entrenador (a) sea tomado(a) como un sujet@ de derecho, (agregaría un sujet@ muy activo de derecho) ya que se le interpreta como en una especie de prestador(a)de servicios tercerizados, cuando en sí, su alcance es primario, es decir, el alcance en el corto plazo, habla del desarrollo en el campo barrial.
¿Privatización del deporte?
En diversas tertulias, con compañeros y compañeras del deporte, se ha entablado y generalizado mucho sobre una especie de importación del modelo yankee sobre nuestro atletismo, pero a nivel general, bien dice la abogada Patricia que el modelo no puede ser como tal un “copy paste”, entendido desde los procesos históricos, sociales que tenemos en nuestro país (y agregaría en nuestro continente americano) y en ese sentido requiere de un amplio análisis para bajarlo a tierra y priorizar un plan, ya que es verdad, muchos se han beneficiado de este modelo, pero al costo de establecer desigualdades de las que en cierto modo no son conscientes (ninguna de las partes).
Capacitación
La capacitación es muy necesaria y es la columna vertebral que en países como España, han dado resultados en el mediano y el largo plazo. Es necesario pues que el coach sepa, y conozca saber qué es lo que sucede en el campo social para establecer su sabiduría, aunque muchas experiencias (nefastas) hablan de ese coto de poder al interior de procesos en barrios, como esa desigualdad generada por los propios compañeros(as) del gremio, hacia aquellos que construyen poco a poco. Situación que debe ser cambiada y que bien la capacitación lograría con creces detener para el desarrollo sin esa visión mezquina del “yo primero” pasando por la visión “echaleganista” que en realidad lo que hace es minar el camino que podemos construir en el mediano y el largo plazo.
Es decir que no podemos aspirar a construir solos, esto queda demostrado con la nula capacidad para darle continuidad a proyectos de gran envergadura deportiva, como lo fue el caso de la marcha en nuestro país, y cómo pasa con muchos entrenadores/as emergentes quedan fuera de los procesos de desarrollo de dichos planes.
El ABC (puede ser tomado como parte del símbolo de desarrollo en México) Para efectos del entrenador, estos son 3 símbolos de construcción responsable al momento de atender a nuevas generaciones:
- Certificado Médico para el entrenamiento (con el debate correspondiente).
- Entrevista que nos indique ¿cómo viene la persona que va a entrenar?
- Carta Responsiva de que se es consciente de la actividad que se realiza.
El o la entrenador(a) es más que un(a) guía
Como se dijo lineas arriba, la capacitación es muy importante para la guía, en una de las bases principales de nuestro desarrollo (como hemos dicho: el deporte) se dé, de una manera más integrada, frente a diversos retos. Hemos tenido esta charla y seguiremos escribiendo más conforme pase el tiempo, para formar un espacio de identidad en nuestro país y en nuestro continente, pues se repite el mismo fenómeno en nuestra América latina.