El deporte en nuestro México

Visiones de un ex atleta competitivo.

¿Que es el deporte para nuestro país?

El deporte es algo que se hace tangible a la hora en que se generan esfuerzos colectivos. Como ejemplo tenemos al futbol. Pero también se puede considerar en este aspecto a deportes que se dicen “individuales”, pero que poco tienen de individuales; consideremos por un instante al atletismo. Para generar un buen performance, una buena competencia, se necesita de un estudio complejo de diversas técnicas, creadas por otros seres humanos y aplicadas como ensayo y error a diversos atletas, para llegar así a una construcción más específica en cualquier área deportiva. Y en esta línea podemos llegar hasta aquel trabajador de una empresa que galvaniza la barra con la que cualquier atleta hace sus pesas. Es decir, que para tener buenos deportistas, se necesita de gente alrededor que realice diversos esfuerzos, por más mínimos que parezcan, y observar al deporte desde diversas aristas.

Existen entes que al parecer no saben, y desconocen cuál es el papel del deporte en nuestra sociedad. El deporte depende de cada persona y su desarrollo armónico, la ley contempla al deporte “como un medio de desarrollo”. El deporte ayuda incluso al sistema penitenciario, es decir, le da oportunidad a gente que se encuentra en estos centros de reclusión puesto que contempla al deporte como “medio para lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley”

Surge la pregunta:

¿Quiénes son los enemigos del deporte?

En un primer momento podríamos decir que son aquellos y aquellas que no tienen conocimientos sobre el mismo, desde la parte empírica, aquellos(as) que no han movido un dedo en su vida, es decir, que nunca hicieron ejercicio, pero que creen que con un curso de liderazgo, “coaching” o de administración, pueden llevar a buen puerto cualquier instituto del deporte. También como aquellos que sí fueron deportistas sobresalientes, incluso olímpicos, pero que nunca agarraron un libro de administración, o peor aún, algún libro en su vida, pese a tener conocimientos empíricos del deporte.

En este sentido caben incluso aquellxs que lucran políticamente con el mismo, aquellxs que utilizan al deporte como trampolín político (que generalmente son lxs que no hicieron deporte en su vida), sin pensar en el desarrollo de un barrio, sino pensando en sí mismos y en sus intereses mezquinos. Aquellos que buscan por todos los medios insertarse desde la política partidista sin pensar en el daño que hacen a través de sus acciones egoístas. «Aquellos que creen que todo es ganar y todo es exigirse y ser perfectos», como dijera Gustavo Cordera en su canción: soy mi soberano

Gustavo Cordera: Mi soberano.

Pero la realidad es que se trata de una pregunta compleja, si vemos el nivel de desinterés de los responsables del deporte hacia nuestra juventud, expresado en esa apatía generalizada, esa anomia alimentada por diversos medios electrónicos y por diversos “influencers” que se encargan de engrosar sus bolsillos ante el desmoronamiento del “cuerpo – sofá” de cada “alumno – sin deporte” en sí mismo.

Pero acá no vamos a hablar de influencers, porque ellos sí hacen su trabajo y ganan dinero con lo que hacen. Acá debemos visibilizar algo que ha faltado en los procesos administrativos alrededor del deporte, como exatletas, entrenadores y sociedad civil. Esta visibilización va de la mano con aquellos entes que se dicen “políticos” pero que, particularmente, los llamo politiqueros de moda, politiqueros deportivos. Aquellxs que no tienen plan, ideales, ni noción política, y con noción política me refiero al conocimiento de la polis, de la gente, del barro y del barrio en si mismo.

“En prever está todo el arte de salvar.”

Frase que pocos entienden y por ende pocos aplican en la vida cotidiana de las administraciones publicas. Me refiero nuevamente a líderes en los diversos espacios de construcción deportiva, gente que no tiene en su haber el paso por la tierra y por la construcción colectiva necesaria para generar deporte social. Y muy desafortunadamente ha llegado al poder gente que vivió procesos de construcción precarios, que vinieron desde abajo, pero que desde esa precariedad (y agregaría mediocridad) han querido pasar por encima de aquellxs a los que representan: atletas y entrenadores(as).

 Hay una frase que engloba muy bien lo que trato de decir y dice así:

“Cuando la educación NO cumple un papel liberador, el sueño del oprimido es convertirse en el opresor”

Y así muchos de los que se dicen líderes han llegado al poder en el deporte, justamente en el rubro donde la demostración del poder no sirve de nada si tienes a gente muriéndose en los hospitales por condiciones como la diabetes y obesidad, que pudieron prevenirse a través del deporte. Cuando ves a gente o, mejor dicho, a Presidentes de Federación y Asociación haciéndose los sordos, los mudos y los ciegos ante las injusticias sociales que tenemos en nuestro país, sintiéndose intocables por la justicia y volviéndose autoritarios por más de veinte años en un puesto que debería ser honorífico. Historias de terror que vivimos día a día en nuestro andar como deportistas en sus diferentes rubros.

Esxs son los enemigxs del deporte, gente que se apropia del poder y que a través de eso genera acumulación y por ende la apropiación indebida de los recursos materiales disponibles para la construcción del deporte; muy al contrario, éstos van a parar a sus propios bolsillos. Y peor aún, existen entes que por afiliación política de moda, desconocen también el deporte e inhiben procesos orgánicos de construcción deportiva que se vienen gestando desde muchos años, pretendiendo que una ideología política pisotee dichos procesos. Esto es una violación a los derechos fundamentales de una sociedad organizada, porque el deporte se adapta muy bien a cualquier ideología siempre y cuando se sepa llevar en la práctica.

Aunque también se abre la ventana a nuestros propios demonios dentro de la construcción colectiva del deporte y creo que todos somos, aunque a veces un poco, enemigos, unos por precariedad en las decisiones al hacer valer leyes que están escritas para el correcto desarrollo del deporte y la gestación de una democracia a través del mismo, otros por jugar el papel de nuevos opresores; almas viejas, en cuerpos jóvenes. El debate está. ¿tu de qué lado estás?

R.F.G

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