No cabe duda que muchos de los atletas y ex atletas en nuestro país, estamos forjados por la lucha individual, que por defacto, comparte una lucha colectiva.
Esta observación, que detenta el poder en un periodo de tiempo, hablo en este caso de los 10 años (y contando, de Antonio Lozano al frente de la Federación Mexicana de Atletismo (alias) Federación Mexicana de Asociaciones de Atletismo).
Esto no es nada nuevo, se repite biopoliticamente (Focault) en todos los espacios que generan poder, y que genera una disparidad entre los que tienen la posibilidad de crear condiciones óptimas para el deporte y los deportistas (que es la materia prima para el deporte). Se me viene a la mente el extractivismo del que fuimos presa como nación en su gestación , cuando llegaron los conquistadores e impusieron sus condiciones para llevarse la plata hacia Europa.
Todo este proceso histórico-territorial (500 años) puede que tenga una repercusión, de que muchos quieran simplemente llegar a una «minita de oro», «minita de plata», expresada en un instituto del deporte, una secretaría, etc etc.. a extraer.
El mexicano nuevo, es el que surge a partir de esta última generación de personas que NO sentaron bases para todxs, sino para ellos mismos, entrando en el servicio público con una visión empresarial, extractivista, colonialista y patriarcal.
Los/as más jóvenes, son los que vivirán una nueva etapa en la vida política del país. Esto, expresado en el deporte, se traducirá con un mayor apoyo a las bases, y con una certeza real en la manera de trabajar con el deporte en nuestro país.